
Esta variedad de hongo es similar en apariencia al champiñón común, incluso pertenece a la misma especie. Su sombrero es color café y posee una textura firme. En contraste con el champiñón de París su sabor es más profundo y denso, lo que lo convierte en ideal para resaltar en diferentes platillos.
A pesar de sus diferencias, el cremini puede sustituir o combinarse en cualquier receta con el hongo blanco. También puede servirse como entrada vegetariana o plato de acompañamiento.